La amenaza de suspensión de servicios ferroviarios avanza y pone en riesgo a más comunidades del interior. Esta vez, la conexión entre Cañuelas y Lobos se ve debilitada: Trenes Argentinos, en medio de un proceso de posible privatización, redujo la frecuencia de cuatro a tres trenes diarios entre ambas localidades.
Esta medida afecta directamente a trabajadores y estudiantes, en especial a los que asisten a la Escuela Don Bosco de Uribelarrea, quienes dependen del tren para llegar a clases. La preocupación crece a medida que se repiten recortes similares en otros puntos del país.
El panorama ferroviario se complica
Paralelamente, el ramal Lobos–Las Heras será interrumpido durante diez meses por obras, obligando a muchos usuarios a reorganizar sus viajes. En ese contexto, el ramal del Ferrocarril Roca que cruza Cañuelas se convierte en una de las principales alternativas para viajar a la Capital Federal.
Esta situación se suma a una serie de recortes y cierres recientes que afectan a las rutas ferroviarias en Palmira, Justo Daract, Pehuajó, y los ramales hacia Divisadero Pinamar y Bragado, dejando por primera vez al Ferrocarril Sarmiento sin conexiones de larga distancia.
Una tendencia que preocupa
Desde el cierre de Ferrobaires en 2016, Cañuelas también perdió los servicios que conectaban con Tandil, Saladillo, Alvear y 25 de Mayo. El deterioro de los trenes interurbanos es cada vez más notorio, y el impacto social y económico de estos recortes es profundo.